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Atreverse a ser uno mismo desde un cuento – Autoestima

Autoestima es la percepción que tienes sobre ti mismo. Es tener la confianza en uno mismo, es atreverse a ser uno mismo.

La confianza es una de las fuentes esenciales de la alegría de vivir, permito que nos aceptemos tal y como somos. Que nos amemos a nosotros mismos y podamos amar a los demás.

¡Eres único e irremplazable!

No ha habido nadie como tú, eres persona única. Esto implica que tu vida es extraordinariamente preciosa.

Te voy a contar un cuento sobre “Atreverse a ser uno mismo”

Atreverse a ser uno mismo desde un cuento

Tang era un pequeño obrero en un reino del Lejano Oriente. Trabajaba el cobre y fabricaba magníficos utensilios que vendía en el mercado. Tenía una vida feliz y una alta autoestima. Tan solo le quedaba encontrar a la mujer de su vida.

Un día, un enviado del rey llegó para anunciar que Su Majestad deseaba casar a su hija con el joven con mayor autoestima del reino. En el día estipulado, Tang se dirigió al palacio y se encontró con cientos de jóvenes pretendientes.

El rey los miró a todos y le pidió a su criado que les diese a cada uno cinco semillas de flores. Después, les rogó que regresaran en primavera con una maceta de flores salidas de las semillas que había hecho que les dieran.

Tang plantó los granos, los cuidó con esmero, pero de allí no salió nada: ni brotes, ni flores. En la fecha convenida, Tang cogió su maceta sin flores y partió hacia el castillo. Cientos de otros pretendientes llevaban macetas con flores magníficas, y se burlaban de Tang y de su maceta de tierra sin flores.

Entonces, el rey pidió a cada uno de ellos que pasaran ante él para presentarle sus macetas. Tang, llegó, algo intimidado ante el rey: “No germinó ninguna de las semillas, majestad”, dijo. El rey respondió: “Tang, ¡quédate junto a mí!”

Cuando todos los pretendientes hubieron desfilado, el rey los despidió a todos salvo a Tang. Anunció a todo el reino que Tang y su hija se casarían el verano próximo.

Un día Tang, le preguntó al rey, su suegro: “Majestad, ¿cómo es que me cogisteis como yerno si mis semillas no habían florecido?” ¡Ninguna semilla podía florecer! Hice que hirvieran durante toda la noche y tú fuiste el único en tener bastaste autoestima y consideración hacia los demás para ser honesto. ¡Era un hombre así el que yo quería como yerno!.

Ser todo lo que uno puede ser es lo que permite tener una sana autoestima

Deshazte de esas cargas que no te dejan ser tu mismo

Escribe en un papel las cargas que has asumido o te han transmitido que no te dejan ser tu mismo.

A continuación toma un bolígrafo rojo y tacha todas las obligaciones que puedes eliminar y son una carga muy pesada en tu vida.

¿Te resulta difícil deshacerte de las cargas?

¿Algo te lo impide?

Piensas que si te liberas de ellas ¿te sientes culpable?

  • Culpable de no llegar a todo
  • Culpable de no decidir algo diferente a lo que tus padres decidieron para ti
  • Culpable de causar disgusto a alguien
  • Culpable pensando en el que dirán los demás

 

La culpabilidad es el enemigo número uno de la liberación

Es posible decir que no, con firmeza y buenas palabras, a las obligaciones que nos oprimen. Lo primordial, es haberlo decidido. Cuando lo decides no hay sentimiento emocional porque asumes las consecuencias. La decisión debe ser firme, sin excusas. Todos tenemos el derecho a elegir.

Si nos liberamos de obligaciones que son una carga tenemos un sentimiento de libertad. Físicamente, incluso, andamos más ligeros. Ya no tenemos cargas que nos hacen ir con peso.

Al principio, puede que no sea una sensación agradable pues quienes se benefician de lo que hacemos no les va a gustar que dejemos de hacerlo.

Recuerda Lo importante eres tú  

¿Cómo quieres vivir tu vida?

Disfruta relajándote y visualizando cómo quieres que sea tu vida con todo lujo de detalles.

Cuando lo tienes comprométete desde el Quiero a conseguirlo.

Marian Gil

Soy Marian Gil, autora, formadora y coach certificada en Coaching e Inteligencia Emocional. Acompaño a profesionales y empresas en sus procesos de cambio y desarrollo.

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Mayte Vílchez

    Yo vivo la vida que quiero vivir. Gracias por tu post Marian, una vez más, es excelente!!.

    1. Marian Gil

      Me alegro muchísimo Mayte, a seguir en esa línea. Un abrazo

  2. Pilar Sanz

    Muchas gracias Marian, ¡Qué buen! un cuento muy educativo e inspirador.
    Gracias

    1. Marian Gil

      Muchísimas gracias Pilar por tu mensaje, a veces los cuentos nos ayudan a reflexionar. Un abrazo

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