En este último post como cierre por vacaciones te voy a transmitir cómo me encuentro personal y profesionalmente y la necesidad de descansar.
Escucho muy a menudo el comentario tanto de mi entorno personal como profesional, “Marian, admiro la capacidad de trabajo que tienes”. Esta frase que tan a menudo oigo la considero como una de mis virtudes en la manera de gestionar mi trabajo y mi negocio.
Sin embargo, hay momentos de mi vida en el que esta virtud se vuelve en mi contra, y esto ocurre cuando no veo la manera de parar, ya te lo conté hace dos años “superando el estrés después de tomar conciencia de él”.
Haciendo balance de este primer semestre del año, solo puedo transmitir respecto al negocio buenas noticias:
- Hemos conseguido en seis meses la misma contratación que todo el año anterior.
- Tenemos nuevos clientes en consultoría de empresas que están trayendo nuevos clientes.
- Hemos iniciado nuevos proyectos que están trayendo transformación empresarial a mis clientes y gran satisfacción por nuestra parte.
- Se están incorporando al equipo grandes profesionales que están aportando gran compromiso al negocio.
La parte menos positiva en estos seis meses es mi agotamiento físico y psicológico. La semana pasada fue el propio cuerpo el que me obligó a pararme con unos fuertes dolores en una pierna provocada por una ciática. Creo que todo viene originado por el estrés que tengo.
Me quedan pocos días para descansar y, este año, lo necesito como nunca lo había sentido. De hecho, desde la semana pasada ya he bajado el nivel de trabajo para no agotar “las pilas” antes de lo que corresponde.
¿Cómo te encuentras tú a estas alturas del curso?
¿Escuchas los mensajes que te da el cuerpo?
Espero que sí, porque lo más preciado que tenemos somos nosotros mismos.
Aprovecho este post, para desearte unas felices vacaciones y emplazarte de nuevo a partir de septiembre con nuevas entradas en mi blog.
Cerrado para recargar energía.
