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El compromiso es diferente a los objetivos. Sustituye el Tengo que por el quiero

El poder del compromiso con uno mismo

Hace varios años que no escribo sobre el poder que tiene en nuestra actitud y comportamiento el compromiso con uno mismo ante los acontecimientos que nos llegan o situaciones que buscamos.

Un compromiso es una acuerdo formal u obligación contraída por una persona que se compromete o es comprometida a algo. Los compromisos hacia los demás habitualmente los llevamos a cabo en un alto porcentaje, es como si de manera inconsciente al dar nuestra palabra a otra persona o personas adquiriéramos la obligación de cumplir lo que decimos que haremos. Algo que en muchas ocasiones no ocurre cuando el compromiso es con uno mismo.

El compromiso con uno mismo es uno de los compromisos más difíciles de cumplir ya que requiere voluntad y disciplina para hacer lo que uno conscientemente quiere, pero que inconscientemente, no lo hace. Esto puede ocurrir porque asociamos el compromiso con uno mismo como obligación y entonces nos supone una carga en lugar de una decisión con una intención positiva.

Sustituye Tengo que por quiero

Cuando sentimos el compromiso como obligación y nos pesa, solemos utilizar Tengo que, “tengo que salir a correr”, “tengo que salir a por más clientes”, “tengo que ver más a mis amigos”, utilizar estas palabras te llevan a la obligación y desde ahí, te puede dar más pereza a actuar.

Cuando sustituimos las palabras tengo que por quiero conectamos con otro tipo de energía que te motiva más a la acción. “quiero salir a correr”, “quiero salir a por más clientes”, “quiero ver más a mis amigos”.

Te recomiendo que a partir de ahora cada vez que pienses en  las palabras tengo que las sustituyas por la palabra quiero y podrás comprobar como tu actitud y comportamiento son más proactivos.

Compromisos vs objetivos

Hace unos días preparando un plan de acción con una cliente para mejorar su desarrollo profesional, ésta me preguntaba cuál era la diferencia entre compromiso y objetivo.

Los compromisos son diferentes de los objetivos, éstos son específicos y medibles. Existe un momento en el tiempo en el que se habrán alcanzado. Un compromiso no se puede medir. Los compromisos tienen que ver con el estado del ser o el tipo de ser que quieres crear en tu vida. Por ejemplo “me comprometo a disfrutar más con mi familia y no estar tan pendiente del trabajo”.

Tener un compromiso de un cien por cien es una decisión que tomas y la vas a mantener para seguir el camino independientemente de los resultados.

El poder del compromiso

Mientras no estemos comprometidos surgirán dudas. Cuando te comprometes una serie de acontecimientos, situaciones y decisiones comienzan a ser presentes en nuestra vida. Metafóricamente, cuando te comprometes es como si los árboles te dejarán ver el bosque que antes estaba oculto.

Reflexiona sobre en qué necesitas comprometerte para seguir avanzando en tu vida personal y/o profesional.

Si quieres profundizar sobre la importancia del compromiso te dejo dos post que escribí sobre este tema hace unos años.

Cumpliendo los compromisos conmigo misma

¿Quieres sentir la magia de que las cosas te ocurran? Acepta y vive el compromiso

Si todavía no te has planteado los objetivos del 2020 y te gustaría hacerlo, si me envías un email a mariangil@mariangil.com recibirás un Cuaderno de trabajo “Establecer y conseguir objetivos”.

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Marian Gil

Soy Marian Gil, autora, formadora y coach certificada en Coaching e Inteligencia Emocional. Acompaño a profesionales y empresas en sus procesos de cambio y desarrollo.

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