LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y YO

Este fin de semana pasado ha sido muy intenso. He asistido a un Congreso de Inteligencia Emocional.

Con esta inteligencia se trabaja la relación entre el pensamiento y las emociones.

La investigación de Gadner, en 1983, le llevó a desarrollar la teoría de las inteligencias múltiples.

En los años 90 Salovey y Mayer definieron la inteligencia emocional como “la capacidad de percibir los sentimientos propios y los de los demás, distinguir entre ellos y servirse de esa información para guiar el pensamiento y la conducta de uno mismo”.

En 1994 es Daniel Goleman quien escribe el libro de Inteligencia Emocional, ver post que  publiqué el día 23/04/2013.

Claude Steiner ó los españoles Rafael Bisquerra y Carlos Hué son tres de los muchos ponentes que ha habido en el congreso, los cuales también han desarrollado sus estudios y trabajos entorno a la Inteligencia Emocional.

Hace años se pensaba que con tener el coeficiente intelectual alto era suficiente para conseguir tus objetivos. Hoy se sabe, con estudios demostrados, que quien trabaja la Inteligencia Emocional tiene más posibilidades de éxito.

Las diferencias que hay entre una y otra son que con la Inteligencia Racional podemos estudiar, leer, escribir , aprender. Y con la Inteligencia Emocional nos valoramos, nos controlamos, comunicamos, nos queremos a nosotros mismos y queremos a los demás.

Daniel Goleman dijo el éxito en la vida es 75% Inteligencia Emocional y 25 % Inteligencia Racional.

Otro de los conferenciantes, Enrique García Fernández-Abascal, nos habló de la positividad y nos decía que ser positivos:

–     nos hace sentir bien

–     transforma el funcionamiento de la mente

–     transforma el futuro

–     poner freno a la negatividad

–     construye fortalezas psicológicas

–     nos hace sentir optimistas

–     construye buenos hábitos mentales

–     construye conexiones sociales con los demás

–     construye la salud

–     aumenta y estimula el sistema inmunológico

–     disminuye el estrés

Si tenemos emociones positivas, nos lleva a tener pensamientos y acciones positivas y todo esto hace que tengamos más recursos personales.

Como la Inteligencia Emocional va de emociones quiero contaos que he sacado de estos días y como me está ayudando a mi.

En el Congreso me he sentido muy a gusto, los miembros de la organización  han trabajado muchísimo y han estado pendiente para que todo salga estupendamente. Ha venido mucha gente de toda España y fuera del país.

Todas las personas que estábamos allí éramos de diferentes ámbitos profesionales como psicólogos, profesores, abogados, educadores, enfermeras, coachs, directivos de empresas …. A todos nos unía un fin común: crecer personalmente, compartir, aprender y disfrutar de la Inteligencia Emocional.

Yo he disfrutado de ver a mi amiga Lorena Cos, psicóloga deportiva, haciendo una exposición sobre su experiencia “del miedo en futbolistas jóvenes”. Me he sentido muy orgullosa de ella. También Yolanda Cuevas, amiga de Lorena, expuso un estudio sobre el Equipo Cadete de Fútbol del RSD Santa Isabel.

Mi experiencia personal es que la Inteligencia Emocional se debe trabajar, es como si estuviéramos fortaleciendo unos músculos que en este caso son las emociones. Imaginaos la metáfora de una persona que quiere correr una maratón. Hay que entrenarse durante mucho tiempo y empezar poco a poco para poder llegar a la meta.

Con la Inteligencia Emocional ocurre parecido. Las emociones hay que identificarlas, gestionarlas y usarlas adecuadamente.

Os cuento como me sirve a mi la I.E. y como me ayuda a gestionar la emoción del miedo. El miedo no es una emoción negativa, como se puede pensar, es una reacción o aviso que tenemos ante un posible peligro, real o supuesto. Es una aversión al riesgo o a la amenaza. Cuando, al principio, tenía miedo a darme a conocer como coach, comencé en facebook contado cosas mías como coach. Más tarde me dio miedo seguir avanzando, y para superarlo creé mi blog. Que descubrí identificando primero, gestionando después y usando esta emoción, conseguí ir superando esos miedos que yo tenía por escribir cosas. El miedo era un peligro que sentía pero supuesto, no real, y que si me lo propongo y creo en mí las cosas se pueden conseguir.

La empatía es otra parte de la I.E. que uso mucho, esto es, ponerme en el lugar y comprender las emociones de la otra persona. Me está enseñando a no juzgar y a entender que, como cada persona somos diferentes, tenemos maneras distintas de ver las cosas y que no tienen que coincidir con lo que pienso o haría yo.

Y sobre todo la gratitud. Soy una persona que siempre me ha encantado dar las gracias por todo, pero en el último año mucho más porque estoy tan agradecida a tanta gente por todo el apoyo que me esta dando mi familia, amigos, compañeros, conocidos, desconocidos y vosotros mis queridos lectores que cada día somos más y aumentan las suscripciones al blog (si todavía no lo has hecho, suscríbete y cada vez que publique un post te llegará). Por todo esto GRACIAS, GRACIAS Y MÁS GRACIAS.

Marian Gil

Soy Marian Gil, autora, formadora y coach certificada en Coaching e Inteligencia Emocional. Acompaño a profesionales y empresas en sus procesos de cambio y desarrollo.

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