Ya te comenté en un artículo anterior Metáforas de Coaching: Atravesar desiertos (I), que los recursos más utilizados en el ejercicio del Coaching son las metáforas. Poner una imagen a la situación que estás viviendo o sintiendo te ayuda a comprender más tu presente y tus emociones que te ayudan en tu desarrollo personal y profesional. Hoy escribo el segundo post incluido en la etiqueta Metáforas del Coaching, sobre el crecimiento del bambú chino.
Cuando hacemos una transformación interior a nivel personal o profesional se realiza desde lo más profundo de nosotros. Para ilustrar cómo realizamos esta transformación voy a contarte cómo crece el bambú chino.
Si te apasiona el ámbito del desarrollo personal, Coaching o tienes pasión por el crecimiento, quizás hayas escuchado o leído ya algo sobre esto.
Crecimiento del bambú chino
El bambú chino crece de una manera muy diferente a otras plantas, aunque comienza como la mayoría, cuando se planta una semilla. Si observas el lugar donde plantaste la semilla del bambú chino durante un tiempo, ésta parece no crecer. Se tarda mucho en ver resultados durante los primeros cuatros años, y no es hasta el cuarto año cuando se comienza apreciar un pequeño brote.
Sin embargo, a partir del quinto año, el bambú comienza a crecer para conseguir en pocas semanas una altura de hasta veinticinco metros.
¿Cuál es el misterio?
Los primeros años desde que se plantó la semilla, el bambú crece en el interior de la tierra, durante esos años se está construyendo una compleja estructura que se extienden hacia todas las direcciones para fortalecerse. Se está desarrollando la base de la planta para que cuando lleguen fuertes ventiscas, aguante con fortaleza y no caiga o se derrumbe.
Crecimiento interior de las personas
Esta metáfora del coaching nos enseña que algo muy similar nos ocurre a las personas cuando realizamos un proceso de desarrollo personal o profesional.
Durante unos años sembramos, plantamos, regamos y, en muchas ocasiones no vemos resultados. Sentimos desolación, desaliento, dudas, miedos que nos animan a abandonar nuestro sueño.
Cuando esto ocurre, te invito a continuar, a mantenerte firme y a luchar contra las adversidades (sé de lo que estoy hablando porque también vivo los vientos no favorables y las incertidumbres). Sólo así, conseguirás lo que te propones.
Recuerda, los resultados no llegan rápidamente, primero debes crear una estructura subterránea e invisible, incluso a tus ojos, para luego vivir y saborear la vida que has estado buscando.
Tu camino al crecimiento interior, a la transformación y al éxito es como el bambú chino. Al principio no se aprecian los resultados, incluso llegarás a dudar si has ido sembrando semillas. Llegará un momento en el que los logros aflorarán y serás consciente de lo que ha ocurrido estos años, descubrirás cómo has estado creciendo desde la base y desde el inconsciente. De la misma manera, que el bambú brota a lo largo del quinto año y el crecimiento es imparable, lo mismo te ocurrirá con tu crecimiento personal y/o profesional.
Si quieres conseguir un sueño, si quieres superar tus límites o simplemente quieres seguir creciendo personal o profesionalmente. Planta tu bambú chino hoy.