En este momento estás viendo Metáforas de Coaching: La transformación del águila (III)

Metáforas de Coaching: La transformación del águila (III)

A lo largo de estos meses estoy realizando una serie de post dedicados a las metáforasque te pueden ayudar en tu desarrollo personal y profesional. Se titulan Metáforas del Coaching y hoy toca, la transformación del águila.

El águila es el ave de mayor longevidad entre las criaturas de su especie. Vive 70 años. Pero para alcanzar esa edad, al llegar a los 40 debe tomar una seria y difícil decisión; sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue aferrar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas, gruesas.

¡Volar se le hace ya muy difícil!

Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: morir o atravesar un doloroso proceso de renovación que dura 150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga necesidad de volar. Entonces el águila comienza a golpear su pico contra la pared hasta conseguir desgarrarlo y arrancarlo. Debe esperar el crecimiento de uno nuevo, con él que desprenderá una a una sus uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, tendrá que desplumar sus plumas viejas y esperar a que renazca su plumaje. Después de cinco meses, emprende su vuelo de renovación y … ¡a vivir 30 años más!

Costumbres, ideas y temores

¿Qué te ha parecido este capítulo de metáforas del coaching? En determinados momentos, lo mismo que el águila se desprende de su pico, uñas y plumas para seguir creciendo y vivir después de una renovación, las personas necesitamos desprendernos de las costumbres, ideas y temores que no nos permiten vivir la vida que deseamos.

Lo importante es detectar a tiempo aquello que hemos ido acumulando a lo largo del tiempo, acoplándolo a nuestra estructura, y a lo que nos hemos acostumbrado sin apenas darnos cuenta. Es fácil acomodarse a las rutinas, a la falta de empatía, a un mal jefe, al exceso de trabajo o a la soledad.

Solo desde la toma de conciencia comienza un proceso de transformación, pero en este camino, como el águila,  vas a necesitar además razones de supervivencia, objetivos realmente vitales, que te ayudarán a alcanzar el cambio deseado. Así que ponte manos a la obra enseguida, porque estamos hablando de tu futuro, del resto de tu vida… ¿te animas?

Para ordenar tus pasos, puedes comenzar por echar un vistazo a este ejercicio que te proponía en el blog para ayudarte a identificar qué sentimos, qué nos motiva y lo que nos bloquea como hitos indispensables para afrontar procesos de crecimiento personal o profesional: descubre tus emociones, identifica tus motivaciones y desactiva esos miedos que te frenan.

Como el águila, date una oportunidad. ¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas? Yo, he vivido esta transformación.

Marian Gil

Soy Marian Gil, autora, formadora y coach certificada en Coaching e Inteligencia Emocional. Acompaño a profesionales y empresas en sus procesos de cambio y desarrollo.

Deja una respuesta