Uno de los recursos más utilizados en el ejercicio del Coaching son las metáforas. Gracias a ellas, es más sencillo conectar ideas y entender nuestras emociones desde una perspectiva más simplificada que funciona muy bien en procesos personales y profesionales. Por ello, me gustaría comenzar hoy una serie de posts, que incluiremos bajo la etiqueta Metáforas del Coaching, en los que darte a conocer las que más utilizo con mis clientes. Para empezar, te hablaré de lo que significa atravesar metafóricamente desiertos.
Seguro que a estas alturas de la vida ya has aprendido que los resultados no llegan por casualidad. La firmeza, la constancia y la disciplina son necesarias para conseguir los objetivos que nos hemos propuesto. Sin embargo, ¿qué ocurre en esos momentos en los cuales estás tomando acciones para efectuar el cambio, creyendo en ti y en tus posibilidades y con los objetivos definidos y, sin embargo, sientes que los resultados no llegan? Estás atravesando un desierto.
Precisamente, esta es una de las metáforas del coaching que más me gustan porque representa en el cliente una idea muy cercana a la realidad. En los desiertos, unos días no tienes agua para beber, otros días no hay comida, por la noche pasas frío y por el día mucho calor. Pues bien, precisamente eso siente.
Es duro, lo sé, muy duro. Sin embargo, cuando lo terminas de atravesar ese desierto hay luz, hay magia, hay aprendizaje y mucha TRANSFORMACIÓN. El cambio que estamos esperando, se produce. La buena noticia es, qué si sabes que en ese cambio se transitan desiertos, esta toma de conciencia te ayudará a continuar con firmeza, constancia y disciplina.
Mis dos desiertos
Conozco muy bien que es pasar el desierto porque he pasado dos desiertos y los comparto contigo.
Primer desierto – Ser Coach
Aprender la profesión de ser coach. Integrar una nueva profesión en tu vida lleva mucha dedicación, tiempo, energía, pasión y confianza en uno mismo. Sin embargo, aunque te comprometas al cien por cien, ser una excelente coach, lleva su tiempo. Hace mucho tiempo que pase el primer desierto.
Segundo desierto – Ser Emprendedora
El segundo desierto que he vivido fue aprender a ser emprendedora. Cuando toda tu vida has estado recibiendo una nómina fija a final de cada mes, te acomodas y no te preocupas en buscar ingresos, simplemente sabes que los tienes. Así que el segundo desierto fue aprender a llevar las riendas de mi propio negocio.
Prepárate para efectuar los cambios
Como sé que los resultados no llegan por casualidad, sino que son la consecuencia de entre otras cosas de entusiasmo, pasión, confianza, oportunidad y, sobre todo de trabajo, de mucho trabajo, he dedicado los últimos artículos a mostrar pautas para preparar el camino en esa consecución de resultados que te propones conseguir.
Te recuerdo los post de dos últimos meses:
- Cómo diseñar tus propósitos para el año nuevo en cinco claves
- Cómo recuperar la motivación pérdida
- Mi “yo interior”: 10 razones para conocerte a ti mismo
- Resistencia al cambio: por qué debes vencerla para crecer
El primer paso era enseñarte a definir objetivos. Hay una clave para conseguirlos, ya te lo he contado en otras ocasiones, los objetivos deben estar formulados con el acrónimo SMART.
En el segundo artículo te daba pautas para recuperar la motivación. Igual que un coche necesita el motor para ponerse en marcha, las personas necesitamos la motivación (es nuestro motor) para actuar.
Las 10 razones para conocerte a ti mismo, refuerza la importancia sobre nosotros mismos para conocer como nos afecta nuestro autoconocimiento en la toma de decisiones.
La manera de vencer la resistencia al cambio se desarrolla en el cuarto post.
Ya tienes los pasos y, si después de realizar todos los pasos, todavía no estás teniendo los resultados ¿Qué te falta?
Falta tiempo porque los frutos no salen del árbol nada más sembrarlos, todo proceso lleva su tiempo además de firmeza, constancia y disciplina.
¿En qué punto te encuentras tú en estos momentos? Pronto recibirás mi próximo post sobre Metáforas del Coaching.