Parte de este texto lo publiqué en facebook pero como se que gustó mucho, lo voy escribir en el post del blog.
En coaching se trabaja mucho las metáforas, éstas se utilizan para ilustrar algún aspecto y dibujar una imagen visual para el cliente. En este caso será la transformación que necesitamos hacer algunas personas en algún momento de nuestra vida.
El águila es una ave que puede llegar a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad tiene que pasar por un difícil proceso. En torno a sus 40 años, sus uñas se vuelven blandas, su pico empieza a estar deteriorado y le resulta difícil volar con las plumas que se han hecho pesadas. Tiene dos opciones morir o atravesar un proceso de transformación que dura cinco meses.
Si opta por continuar luchando y seguir viviendo, se retira a su nido y se arranca el pico con golpes, cuando le crece el pico se arranca las uñas y cuando éstas le crecen se arrancan las plumas hasta que le vuelven a crecer. Después de superar esta renovación puede disfrutar de otros 30 años de vida.
Que quiere decir esta metáfora que igual que el águila se desprende de su pico, uñas y plumas nosotros debemos desprendernos de las costumbres, creencias, ideas y temores que no nos permiten vivir la vida que soñamos. En definitiva, atravesar también un profundo proceso de transformación.
Desde que conocí la vida del águila, es un animal que lo llevo dentro de mi y que me inspira muchísimo.
Por un lado está el proceso de transformación que estoy viviendo como el águila y a la misma edad que ella. Mi crecimiento personal, mi manera de pensar desde el positivismo, mis ganas de transmitir que todos, si nos lo proponemos, podemos conseguir lo que nos propongamos. Aunque el proceso no es fácil, a veces, es tan duro como el del águila. Salir de nuestra zona de confort o zona cómoda cuesta hacerlo pero cuando lo haces, te aseguro por propia experiencia que merece la pena.
Por otro lado, el águila me da una sensación de libertad que me llena de energía. Cuando siento agobio por algún motivo, visualizo el águila volando a gran altura por las montañas con sus majestuosas alas abiertas, que hace que sienta ese aire que necesito en ese momento.
Es una metáfora maravillosa. Nos ayuda a afrontar los distintos periodos de transformación que son necesarios para escoger un camino con corazón. Gracias Marian por tus post.
Gracias Palmira, tú también estas ahora en ese proceso de transformación.
Esta metáfora la leí en su día en facebook, me gustó muchisimo, hoy leyendola en tu blog con más calma me ha ha encantado, creo que el aguila será mi referncia en los momentos de bajón, que aunque intentemos disimularlos…todos los tenemos.
Un beso enorme y pa’lante con el blog.
Gracias Bea por tus ánimos y me alegro que te la quedes también de referencia. Un besazo
Hola Mariangil. Vengo de Oye deb! Me encantó la metáfora del águila. Yo a mis 44 he empezado el año pensando en renovación, pero no sé como hacerlo. Lamentablemente, no he podido comprar el Ideatorio. Pero sigo buscando páginas como la tuya que me ayuden a esclarecer lo que quiero hacer con mi vida. Gracias por compartir. Un abrazo.
Eleana, muchas gracias por tus palabras, me llenan mucho. Quiero que sepas que puedes ponerte en contacto conmigo cuando quieras y consultarme.
Un abrazo,.