Hoy quiero hablar de la zona de confort, la podemos definir como esa burbuja que nos envuelve a cada uno de nosotros y en la que nos sentimos tranquilos y protegidos. Es fácil que una persona se sienta cómoda, que no quiere decir a gusto, dentro de esta zona porque la conoce perfectamente y sabe lo que esperar de ella ya que su rutina diaria forma parte de su zona de confort: suele ir a los mismos sitios, con la misma gente, desayuna prácticamente lo mismo cada día, etc., Solemos tener señales que nos invitan a salir al exterior pero a las que no le prestamos atención. En realidad nos da miedo lo que hay fuera de nuestra zona segura.
Los objetivos que nos propongamos fuera de nuestra zona de confort. Serían todos aquellos objetivos que creemos difíciles o imposibles de conseguir, como por ejemplo:
- Ser emprendedora
- Cambiar de trabajo
- Encontrar una pareja
- Solucionar un conflicto familiar
- Dejar de fumar
- Hacer deporte
- Llamar a esa persona que tanto te apetece pero no te decides
- Practicar ese hobbie que te apasiona pero siempre tienes excusas
- Y muchos más ….
En definitiva todos aquellos objetivos que si seguimos actuando y pensando como hasta este momento, están fuera de nuestro alcance.
Una cosa está clara, en nuestra zona de confort se está muy bien, no arriesgamos y estamos tranquilos, pero no luchamos por el objetivo que queremos lograr. Salir a la zona de aprendizajes puede darnos miedo pero es la única forma de llegar a algo verdaderamente extraordinario.
Es importante que las personas estemos motivadas para conseguir un objetivo y que, además sea un reto para nosotros. De lo contrario caeremos en la comodidad sin querer cambiar.Por este motivo siempre hay que tener motivación que nos suponga un reto de una u otra forma, para salir de nuestra rutina. Si estamos en la zona de confort nos movemos por inercia hay que llegar a la zona de aprendizaje.
Yo cuando salí de mi zona de confort es cuando más aprendí y sigo aprendiendo. Claro que tuve miedo y dudas de dejar mi trabajo pero arriesgué porque lo sentía y dejé mi zona cómoda, mi rutina de cada día. Ahora, es cuando más “viva” me siento. ¡Os aseguro que vale la pena!.
Y ahora te pregunto : ¿Qué prefieres tú?
¿Quieres quedarte en tu zona de confort?
¿O prefieres salir e ir a por tus objetivos?
Cuéntamelo en el blog o en mariangilcoach@gmail.com. Tambien os animo a que experimentéis el día 24 de mayo una tarde noche diferente con el taller más cena. Ven con una amiga, hermana o prima. ¡No te arrepentirás!
Superar tus miedos y perseguir tus sueños…para mi ese es el camino. Y si hay baches consultar con una buena coach como tú. A por ellos!!!
Claro que si Mar, estas muy enfocada en conseguir tus sueños y como no en lograrlos.
Cuesta un poco al principio pero al final uno nunca se arrepiente! para bien o para mal siempre aprendes, aunque a veces no salga como esperabamos la jugada…
Tienes toda la razón, nos cuesta porque no es lo que estamos habituados hacer. Pero a la zona de aprendizaje se llega seguro saliendo de nuestra zona cómoda de estar y ver las cosas. Muchas gracias por tus aportaciones.